lunes, 19 de mayo de 2008

Demóstenes y Bush, Cumbre en Perú, Flota norteamericana, Serbia, Europa socia de EEUU, lobos hambrientos Capereucita Roja y un disfraz


Dos lobos hambrientos y una caperucita roja

Una idea básica ocupaba mi mente desde mis viejos tiempos de socialista utópico. Partía de la nada con las simples nociones del bien y el mal que a cada cual le inculca la sociedad en que nace, lleno de instintos y carente de valores que los padres, en especial las madres, comienzan a sembrar en cualquier sociedad y época.


Como no tuve preceptor político, el azar y la casualidad fueron componentes inseparables de mi vida. Adquirí una ideología por mi propia cuenta desde el instante en que tuve una posibilidad real de observar y meditar los años que viví como niño, adolescente y joven estudiante.


La educación se convirtió para mí en el instrumento por excelencia de un cambio en la época que me tocó vivir, de la cual dependería la propia supervivencia de nuestra frágil especie.

Después de una larga experiencia, lo que pienso hoy sobre el delicado tema es absolutamente coherente con esta idea. No necesito pedir excusas, como prefieren algunos, por decir la verdad aunque sea dura.

Hace más de dos mil años, Demóstenes, orador griego famoso, defendió con ardor en las plazas públicas una sociedad en la que el 85 por ciento de las personas eran esclavas o ciudadanos que carecían de igualdad y derechos como algo natural. Los filósofos compartían ese punto de vista.


De allí surgió la palabra democracia. No se les podía exigir más en su tiempo. Hoy, que se dispone de un enorme caudal de conocimientos, las fuerzas productivas se han multiplicado incontables veces y los mensajes a través de los medios masivos se elaboran para millones de personas; la inmensa mayoría, cansada de la política tradicional, no quiere oír hablar de ella.


Los hombres públicos carecen de confianza cuando más la necesitan los pueblos ante los riesgos que los amenazan.

Al derrumbarse la URSS, Francis Fukuyama, ciudadano norteamericano de origen japonés, nacido y educado en Estados Unidos y titulado en una universidad en ese mismo país, escribe su libro El fin de la historia y el último hombre, lo que muchos seguramente conocen, pues fue muy promovido por los dirigentes del imperio.


Se había convertido en un halcón del neoconservadurismo y promotor del pensamiento único.

Quedaría, según él, una sola clase, la clase media norteamericana; los demás, pienso yo, estaríamos condenados a ser mendigos.


Fukuyama fue partidario decidido de la guerra contra Iraq, como el vicepresidente Cheney y su selecto grupo. Para él la historia finaliza en lo que Marx veía como "el fin de la prehistoria".

En la ceremonia inaugural de la cumbre América Latina y Caribe-Unión Europea celebrada en Perú el pasado 15 de mayo, se habló en inglés, alemán y otros idiomas europeos sin que partes esenciales de los discursos se tradujeran por las televisoras al español o al portugués, como si en México, Brasil, Perú, Ecuador y otros, los indios, negros, mestizos y blancos —más de 550 millones de personas, en su inmensa mayoría pobres— hablasen inglés, alemán u otro idioma foráneo.


Sin embargo, se menciona ahora elogiosamente la gran reunión de Lima y su declaración final.


Allí, entre otras cosas, se dio a entender que las armas que adquiere un país amenazado de genocidio por el imperio, como lo ha sido Cuba desde hace muchos años y lo es hoy Venezuela, no se diferencian éticamente de las que emplean las fuerzas represivas para reprimir al pueblo y defender los intereses de la oligarquía, aliada a ese mismo imperio.


No se puede convertir la nación en una mercancía más ni comprometer el presente y el futuro de las nuevas generaciones.

La IV Flota no se menciona, por supuesto, en los discursos que se televisaron de aquella reunión, como fuerza intervencionista y amenazante.


Uno de los países latinoamericanos allí representados acaba de realizar maniobras combinadas con un portaviones de Estados Unidos del tipo Nimitz, dotado con todo tipo de armas de exterminio en masa.


En ese país hace unos pocos años las fuerzas represivas desaparecieron, torturaron y asesinaron a decenas de miles de personas.


Los hijos de las víctimas fueron expropiados por los defensores de las propiedades de los grandes ricos. Sus principales líderes militares cooperaron con el imperio en sus guerras sucias. Confiaban en esa alianza.


¿Por qué caer de nuevo en la misma trampa? Aunque es fácil de inferir el país aludido, no deseo mencionarlo por no herir a una nación hermana.

La Europa que en esa reunión llevó la voz cantante, es la misma que apoyó la guerra contra Serbia, la conquista por Estados Unidos del petróleo de Iraq, los conflictos religiosos en el Cercano y Medio Oriente, las cárceles y aterrizajes secretos, y los planes de torturas horrendas y asesinatos fraguados por Bush.

Esa Europa comparte con Estados Unidos las leyes extraterritoriales que, violando la soberanía de sus propios territorios, incrementan el bloqueo contra Cuba obstaculizando el suministro de tecnologías, componentes e incluso medicamentos a nuestro país.


Sus medios publicitarios se asocian al poder mediático del imperio.

Lo que dije en la primera reunión de América Latina con Europa, celebrada hace nueve años en Río de Janeiro, mantiene toda su vigencia. Nada ha cambiado desde entonces excepto las condiciones objetivas, que hacen más insostenible la atroz explotación capitalista.

El anfitrión de la reunión estuvo a punto de sacar de sus casillas a los europeos, cuando en la clausura mencionó algunos puntos planteados por Cuba:

1.Condonar la deuda de América Latina y el Caribe.

2.Invertir cada año en los países del Tercer Mundo el 10 por ciento de lo que gastan en las actividades militares.

3.Cesar los enormes subsidios a la agricultura, que compiten con la producción agrícola de nuestros países.

4.Asignar a Latinoamérica y el Caribe la parte que les corresponde del compromiso del 0,7% del PIB.
Por las caras y las miradas, observé que los líderes europeos tragaron en seco durante unos segundos. Pero, ¿por qué amargarse?


En España sería todavía más fácil pronunciar discursos vibrantes y maravillosas declaraciones finales. Se había trabajado mucho. Venía el banquete. No habría en la mesa crisis alimentaria.


Abundarían las proteínas y los licores. Faltaba sólo Bush, que trabajaba, incansable, por la paz en el Medio Oriente, como es habitual en él. Estaba excusado. ¡Viva el mercado!

El espíritu dominante en los ricos representantes de Europa era la superioridad étnica y política.


Todos eran portadores del pensamiento capitalista y consumista burgués, y hablaron o aplaudieron en nombre de este.


Muchos llevaron consigo a los empresarios que son el pilar y sostén de "sus sistemas democráticos, garantes de la libertad y los derechos humanos". Hay que ser expertos en la física de las nubes para comprenderlos.

En la actualidad, Estados Unidos y Europa compiten entre sí y contra sí por el petróleo, las materias primas esenciales y los mercados, a lo que se suma ahora el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado que ellos mismos han creado con las voraces e insaciables sociedades de consumo.


Dos lobos hambrientos disfrazados de abuelitas buenas, y una Caperucita Roja.


Fidel Castro RuzMayo 18 de 2008 10 y 32 p.m.

domingo, 18 de mayo de 2008

Nuestro nieto ha muerto, era el de Osvaldo Bayer, Bruno se quitó la vida, Carcoveando, Verona, José León Suarez, Prato di Fiera, extrema derecha

Ha muerto mi nieto por Osvaldo Bayer

Treviso (norte de Italia). Camino por el Prato di Fiera, hay aire de primavera aquí. Ya hay flores.

Me vienen los recuerdos del sábado pasado. Uno de los momentos más increíbles de mi vida. En la Feria del Libro de Buenos Aires presentamos Carcoveando, un libro de relatos escritos por chicos de la villa de emergencia De la Cárcova, sí, la villa de José León Suárez, que esta ahí nomás, cercana a los basurales de la “Operación Masacre” descripta por nuestro querido Rodolfo Walsh.

Sí, los chicos de una de las villas más carecientes, de esa escuela que tiene setecientos alumnos y no cuenta siquiera con un teléfono, fueron capaces de escribir un libro donde se mezclan las fantasías más inesperadas con las realidades fotográficas de la vida diaria.

¿La idea? De Claudia y Myriam, dos maestras de allí que los empujaron, los tomaron de la mano, les mostraron otros horizontes, los sacaron de la vida diaria de la villa y los llevaron al bosque de las ideas, a las alturas de los sueños y a la realidad de que ellos también saben expresar en palabras.

Myriam y Claudia, sí, con chicos de ojos brillantes como estrellas y piel morena como la tierra. En la Feria del Libro. Dije allí que el ser humano nunca se va a dar por vencido y va a crear poesía donde los fusiles sólo quisieron la muerte como siempre. En aquel escenario de la masacre comenzaron a brotar las semillas pese a la muerte, al fuego, al egoísmo y los preconceptos.

Y de la Feria del Libro, estos autores jóvenes como el amanecer irán “carcoveando” el 5 de junio al salón Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional. Cuando se entere Borges va a murmurar: “la fantasía se ha adueñado del Barrio Norte”. Y hubiera escrito un cuento: “Los pibes de la esquina celeste”.

Pero de la alegría de lo justo a la profunda tristeza de lo inexplicable. En la madrugada del lunes el llamado: ha muerto Bruno.

Levanto la cabeza. Miro los libros, que me observan en la eterna espera. Los lápices, las hojas en blanco. Ha muerto Bruno, a los veinte años. Veo que hay apenas tres o cuatro hojas escritas.

Con frases para el futuro, planes, sueños. Me levanto; sólo puedo insistir, no me rindo. Ya sólo me queda regar las plantas, que me observan, siempre más verdes.

Estoy ya en Treviso, camino por el Prato di Fiera. Todo esto lo vio adolescente a Bruno. El joven increíble que leía, discutía, soñaba y proyectaba. Era el libertario soñado por la utopía.

Entusiasta, hacedor, con ganas de meter la vida en todo. También en las sociedades pacatas de intereses y codazos.

Sí, él eligió el secundario “científico” y no el humanista aunque solo no podía salvar el mundo y necesitaba para hacerlo el pensamiento humanista.

Esa búsqueda lo hizo abandonar sus estudios por un breve tiempo y dedicarse a recorrer Europa para conocer la vida. Lo vieron muchos llegar con miles de jóvenes a Heiligendamm, en Alemania, a protestar contra la reunión de los Ocho, el G-8, de los que manejan el mundo.

Lo vieron a Bruno, en el momento en que avanzaban más de 800 policías y soldados contra la protesta juvenil, él, Bruno, en ese momento les salió al encuentro y sin ninguna defensa les gritó a los uniformados –pleno de humor y desprecio– esa palabra italiana que lo dice todo: vaffanculo.

Todos se quedaron perplejos ante la valentía de ese muchacho con aire de poeta. Lo hubieran podido destrozar. Pero él se quedó inmutable, sonriente, demostrando que la decisión de un ser humano puede ser más digna y tenaz que mil gatillos y corazas.

Esa palabra vaffanculo tendría que utilizarse en cada manifestación popular contra la represión del poder.

Después Bruno recorrió diversos países trabajando en las más humildes labores para ganarse la vida y para conocerla bien desde abajo. Ya en Treviso iba a recibir la injusticia bruta.

Los cabezas rapadas fascistas lo iban a sorprender a él y a un amigo y los golpearon con ferocidad. Poco después se iba a repetir lo mismo en una plaza.

Luego reinició sus estudios pero no ya en Treviso, una ciudad cada vez más derechizada donde se vive un constante racismo contra los trabajadores extranjeros. Reinició sus estudios en Trieste, una ciudad distinta, con una población más internacionalizada.

Para él fue una nueva vida. Uno de sus amigos lo describe así: “Era un placer ver a Bruno cuando estaba presente. Siempre demostraba alegría. Era inteligente, simpático, hablaba cuatro idiomas, músico, tolerante y amante de la libertad”.

Esa cualidad de amar la libertad iba a ser fatal para él en esa Italia que marchaba hacia el Berlusconismo. Su último viaje fue a Berlín, como intérprete del alemán ante sus propios colegas de estudio y sus profesores.

Allí se sentía en el centro del mundo, por la historia de esa ciudad de la historia de la crueldad máxima del nazismo, pero al mismo tiempo, ciudad de la revolución de los obreros, soldados y campesinos del ‘19, con Rosa Luxemburgo, ese ser increíblemente justo y noble, asesinada a culatazos por los esbirros del poder.

De regreso lo esperaba el Norte de Italia con su irreversible retorno a la derecha. El triunfo de Berlusconi y sus aliados fue aplastante. El neofascismo volvió a salir a la calle. Bruno no comprendió cómo en Italia, que había dado tantos pensadores pacifistas que aconsejaban como única salida futura la paz, la sociedad cayera en un racismo tan desnudo y eligiera como líder máximo a un todopoderoso, representante del capitalismo más descarnado.

El diario alemán Suddeutsche Zeitung tituló: “Paliza mortal”. Simplemente así: “La extrema derecha italiana no pone ningún límite a sus excesos. Italia teme una nueva ola de violencia política”. E informa la muerte a trompadas y patadas del joven Nicola Tommasoli a manos de cinco miembros de la juventud neofascista. Lo mataron porque sí.

Ocurrió esto en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta. “La ciudad del amor –dice el diario– que se ha convertido en símbolo del miedo que transita por las calles italianas.” “El miedo ante el odio, la intolerancia, la decadencia social”, explica en sus columnas y prosigue el diario: “Se puede sentir la inseguridad en todas las grandes ciudades italianas, en los míseros barrios pobres de los inmigrantes en las orillas romanas del Tíber, en las orgías alcohólicas en las calles que rodean a la Universidad de Bolonia, y los video-celulares de torturas sadistas entre estudiantes, todo esto hace temer la decadencia italiana.”

Para eso, más seguridad, más policía, más Berlusconi. El mismo diario alemán sostiene que “en Italia reina un clima cultural y político en el que florece el odio y la intolerancia con los más débiles”.

Ni pobres ni extranjeros es la divisa como si ellos fueran los culpables y no el sistema.
El diario italiano La Repubblica denuncia que el creciente neofascismo tiene como lema: “Caza al distinto” y publica fotos escalofriantes con jóvenes con carteles: “Veneto Fronte”, “Skinheads” y con banderas fascistas con símbolos de imitación de la cruz svástica.

Muchos de ellos son fans de clubes de fútbol. Se dicen herederos de los legionarios romanos y son apasionados por el boxeo.

El diario La Tribuna titula el 7 de mayo “Alarma negra”. Cruces svásticas, cruces celtas, cabezas rapadas... Lo curioso –o no– es que la mayoría de los neofascistas proviene de escuelas católicas.

Todo este clima fue determinante para Bruno, que no podía comprender la violencia. Estos hechos fueron minando su optimismo y cayó en la melancolía de que tal vez, pese a toda la lucha de parte de la humanidad, es ya imposible de lograr el Paraíso en la Tierra que él soñaba.

Tal vez, si Bruno hubiera conversado con las maestras Claudia y Myriam de la villa de José León Suárez habría desistido de su última voluntad.

Esto fue lo último que Bruno escribió a sus amigos, esta poesía de Hermann Hesse. Que lo dice todo. Todo lo que él nos quiso decir en su adiós.

Noche en vela

Porque no duermes...
Aquello que quieres
decirme en esta hora
¡no lo digas!
–mira abajo el fondo del lago
–que se vuelve oscuro
–y cómo se persiguen las nubes
–reflejándose en el negro terciopelo
¡No lo digas!
Esta es una mala noche
lo sé,
en esta hora aflora
en lo profundo de tu pecho
todo aquello que te apremia.
¡No lo preguntes!
De tu boca aparece
ahora la palabra que te hace infeliz
¡No la digas!
Esta es una mala noche
me lo dirás mañana.
No lo sabemos
quizás, tal vez...
mañana todo será milagrosamente fácil,
esto que ningún corazón puede soportar,
esto que hoy me hace tan infeliz.
¡No lo preguntes!
Esta es una mala noche.

Bruno era mi nieto.

Osvaldo Bayer

Che Guevara Ernesto tenemos necesidad de él, por Lázaro M. Bacallao Pino* cubano


Necesitamos al Che Guevara

Sus enemigos han olvidado que los símbolos verdaderos no pueden ser decretados...
El 21 de octubre de 1967 los jóvenes cubanos hacían pública una carta a Che. "El hombre del siglo XXI, que tú soñaste y por el que combatiste, eres tú mismo", le escribían, en una confesión hecha desde esa sinceridad tremenda que acompaña siempre el dolor de un pueblo.

El mismo día, en Washington -la capital del gobierno ubicado en las antípodas de la Isla-, una marcha de protesta contra la guerra de Vietnam, enarbolaba, entre sus carteles, la imagen de Che. Un trovador dedicó sus canciones a "uno de los grandes revolucionarios de nuestro tiempo, que fue asesinado... cuando tomaba parte en la revolución del pueblo", y los miles de manifestantes le rindieron homenaje desde el silencio.

La coincidencia de ambos hechos, en países ubicados en los extremos del socialismo y el capitalismo, pudiera ser la mejor metáfora para mostrar que Che es uno de los símbolos más universales legados por el siglo XX a la historia de la iconografía revolucionaria.

Che ha trascendido todos los olvidos decretados, todos los errores y fracasos en el camino hacia la emancipación definitiva del ser humano, todas las barreras de la temporalidad y los espacios. La confirmación de esa universalidad, no admite réplicas; basta con mirar cualquier manifestación contra la opresión, por la libertad y la justicia: su imagen atraviesa, como ninguna otra, ese mundo de banderas, pancartas, carteles...

Algunos han tratado de explicar esa continuidad de manera estrecha y distorsionada. La causa estaría, dicen, en su imagen misma -que evocaría, en un sentido estrictamente visual, sentimientos de rebelión-; o también en esa innata rebeldía que, defecto genético superable, acompañaría a esa etapa de la vida, la juventud. Pero no es extraño que, simbolismo revolucionario indomable, Che haya sido -y sea- objeto de sistemáticos empeños por atacarlo, por vaciarlo de significados y convertirlo en una moda, mercancía de boutique.

Han dicho que es un mito construido por las izquierdas para ser adorado en los altares de las revoluciones. Dicen que ninguno de aquellos que lo lleva en su camiseta, sabe quién fue. Dijeron, hace una década, que ya era tiempo de terminar con el misterio de su tumba, porque había pasado, definitivamente, el peligro de que sus ideas renacieran. Paradoja: el último intento por acabar con el símbolo, fue la estrategia opuesta a la seguida en 1967; si entonces escondieron su cadáver, supuestamente para evitar sitios de peregrinación, ahora lo mostraban, afirmando que ello pondría punto final a su leyenda.
Paradigma

Han olvidado que los símbolos verdaderos, no pueden ser decretados. Olvidaron que los tiempos de la historia, no se ajustan a capricho de los pocos. Ni la destrucción, ni la muerte física -en sus expresiones más descarnadas- alcanzan para derribar los significados, las ideas y los sentimientos ligados a un paradigma, cuando algún lugar o un hombre, se han levantado hasta esa condición.

En realidad, sólo perdura lo que es necesario. Tal es el motivo esencial de lo perenne. ¿Para qué sirven los símbolos? Para expresar sentimientos, ideas, emociones; para proclamar que se comulga con ciertos paradigmas, la pertenencia a un grupo... Pero, en el caso de Che, esa necesidad que explica la permanencia de su simbolismo, no tolera quedarse sólo en el acto de la expresión.

Ejemplo supremo de la coherencia entre el pensar y el decir, entre el decir y el hacer, el símbolo que nace del pensamiento y la acción revolucionarias de este hombre, no admite que quien lo porte sea solo asta inmóvil. No puede agotarse en el gesto de la rebeldía, sin que piense ni actúe para transformar al mundo y a sí mismo. Quien lo lleve y no sea consecuente con lo que significa, en realidad no lo lleva; porque el primero en cuestionarlo será el propio Che, desde todos los simbolismos que emanan de su vida y obra.

"El Che representa la alegría de la rebeldía; el Che es la mejor prueba, su imagen, de que otro mundo es posible, y ese otro mundo es solidario, justo, pero también alegre, feliz", explica alguien que levanta una bandera con su imagen. "Es un símbolo que representa para nosotros esperanza, juventud, lucha, resistencia, coraje, y por encima de todo, solidaridad".

"El Che, para los jóvenes del mundo, y para mí, encarna una idea de lucha por una sociedad mejor, por la paz y la solidaridad", afirma un joven. "El Che significa, en general, para la juventud, ese guerrillero rebelde que ha dado su vida para liberar a los pueblos y, bueno, es un joven que se toma como símbolo de rebeldía, para todos. Creo que sería eso, se tenga conocimiento del socialismo o no, lo que representa la figura del Che".

Precisamente, las carencias en el conocimiento de su vida y pensamiento, han sido la principal razón de las tergiversaciones e insuficiencias que han marcado la historia del legado guevariano. Porque la fragilidad de los mitos, a la vez que todo su poder más vacío, descansan justo en el desconocimiento.

Muchos de quienes portan la imagen de Che, confiesan no conocer a profundidad su vida e ideario. Reconocen haber leído apenas cierto esbozo biográfico o algunos fragmentos dispersos de sus escritos y discursos. Se identifica a Che con un grupo de ideas y valores -humanismo revolucionario, ética, austeridad, rebeldía, radicalidad, actuar consciente y consecuente, honestidad, antiimperialismo, solidaridad y latinoamericanismo- que, supuestamente, bastan para asumirlo como emblema.

Incluso, algunos llegan al extremo de considerar innecesario conocer al hombre para sentirse identificados con su símbolo. "La verdad -declara alguien- es que me sobra lo que fue, hizo o dejó de hacer el Che, porque dejó de ser historia y pasó a ser un símbolo del hombre nuevo, de la revolución internacional, de Latinoamérica de pie, del socialismo, de la lucha sin cuartel".

Pero asumir el símbolo por el símbolo mismo, supone peligros -sobre todo si se trata de uno tan sistemáticamente atacado, como lo ha sido Che. No basta la certeza de su fuerza simbólica, de su indomabilidad, de su carga inherente de significados revolucionarios, porque será pretender dejarle toda la responsabilidad al propio símbolo. Sería convertirlo en una abstracción que obvia los desafíos del mejoramiento humano, propio y universal. Es decir, sería deshumanizarlo. Y es muy poca, o ninguna, la utilidad que puede tener, para los hombres, un simbolismo deshumanizado.

Quizá una de las causas de que muchos porten su imagen, aun sin conocer suficientemente su acción e, incluso en menor medida, su pensamiento, es la cercanía, afecto casi, que distingue la relación con el símbolo de Che, entre todos aquellos que conforman el imaginario revolucionario.


Che resulta una suerte de "estado de ánimo", una emoción compartida que atraviesa generaciones, idiomas, geografías y reivindicaciones específicas.

Ese componente afectivo, encuentra su expresión en un inventario de anécdotas que nutren los procesos simbólicos en torno a la figura de Che. Repertorio de narraciones que enfatiza aquellos valores encarnados por Che, unido a un conjunto de frases, cierta o aparentemente de su autoría, que refuerzan tales sentidos.

Toda una antología de sentencias destacan significados como el valor del ejemplo -"Cada vez que derriban un árbol, el ruido se escucha muy lejos pero silenciosamente la brisa lleva millares de semillas"-; la necesidad del sacrificio -"¿Si no ardemos quién entonces vencerá la oscuridad?"-; el humanismo -"La solidaridad es la ternura de los pueblos"-; o la coherencia revolucionaria -"La revolución se lleva en el corazón para morir por ella, no en los labios para vivir de ella".

La poesía de un revolucionario

Hay, siempre, un sentido poético en esa fraseología, porque el símbolo de Che encarna, como ningún otro, toda la poesía del hecho revolucionario. Sólo que ninguna de estas máximas, pertenecen a Che. Esas recreaciones confirman la especial relación que se establece con el símbolo, en la cual se incorpora la imaginación de manera espontánea. No hay irrespeto en esas lecturas, pero sí ciertos riesgos. El principal, es que en ese camino, se encuentra la posibilidad de la distorsión de su legado, porque los límites entre las ideas de Che, y las de quienes presuntamente lo citan, se tornan difusos. De hecho, es frecuente que se acuda a su símbolo para legitimar las ideas propias.

Contrario a esas posturas según las cuales "no hace falta estudiar al Che para sentirse identificado con su imagen", se trata de trascender esa pura empatía visual con su figura, que nace casi de manera espontánea en cada nueva juventud, y luego permanece en aquellos para los cuales la rebeldía no es solo un síntoma juvenil, sino un sentido trascendental de la vida. Y la única manera de alcanzar esa trascendencia, es conocer su acción y su pensamiento, encontrar en estos -y en su coherencia-, la fuente de los significados que hacen al símbolo, y sus mejores sentidos e implicaciones para la acción propia.

Siempre existe un peligro, en el acto sistemático de recordación a los héroes: "van constituyendo con el tiempo cierta especie de tarea disciplinaria, y más o menos, -quiérase o no- se convierten en un acto mecánico". Hablando de Camilo, el propio Che advirtió ese riesgo en los homenajes a la historia; refiriéndose a Martí, señaló la única manera de evitar ese vaciamiento paulatino del gesto rutinario y cumplidor: hacer cercanos a los héroes, que es humanizarlos y verlos como algo vivo.

El aliento de su simbolismo


Para los jóvenes, en especial, hay demasiados hechos y circunstancias que obligan a huir siquiera del asomo de las lecturas tergiversadas del símbolo de Che, del legado de su ejemplo y su pensamiento. La principal: ese particular aliento juvenil de su simbolismo, que encuentra sus motivaciones más profundas, en su propia condición de joven y revolucionario auténtico, así como en sus ideas sobre las implicaciones esenciales de esa relación entre la juventud y la revolución.
Era de esos temas tan complejos, que siempre conversaba Che en sus diálogos con los jóvenes.


No hablaba sobre temas sencillos, sino de las esencias más profundas de una revolución: la conciencia, el ejemplo, la ética, la cultura, la felicidad humana y el amor del revolucionario verdadero. No les pedía dejar la alegría innata de la juventud, pero tampoco confundirla con la superficialidad, sino ser alegres y profundos a la vez. Les revelaba todos los desafíos del camino del revolucionario, para nada "un ser celestial, que cae a la tierra por la gracia de Dios, que abre sus brazos, empieza la revolución, y que todos los problemas se resuelven cuando surgen, simplemente por esa gracia del Iluminado". Y, desde su humanismo radical, les exigía "ser esencialmente humano, y ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano".

Levantar el símbolo de Che ha de ser para los jóvenes, por esto, una suerte de continuación comprometida de ese diálogo y empatía a veces casi espontáneos con él.

Sus ideas y acción deben resultar -fieles a su sentido- provocación a la reflexión y el hacer propios, desde el presente, sobre el hoy y el mañana. Conocerlo, que es humanizarlo y hacerlo cercano -que es, al mismo tiempo, la única manera de portarlo, de manera actuante y consecuente. La utilidad de los símbolos -más que ningún otro, del guevariano- no puede ser otra que la tensa convergencia, en quien lo lleva, de su propia acción y lo que aquellos representan y evocan.

Entonces, la mejor interrogante que puede acompañar al símbolo de Che, continúa siendo aquella que se hacían los jóvenes cubanos en su carta de 1967:

"¿En qué medida cada uno de nosotros, individualmente, es digno de tu ejemplo?"

Esa pregunta es, a su vez, la respuesta más convincente a aquel póster que, hace algún tiempo, denunciaba simbolismos ingenuos y distorsionados en torno suyo:


"En mi cuarto tengo un póster de todos ustedes". Lo firmaba: Che.


*Profesor, periodista e investigador


(Los subrayados son de esta difusora)-- Lic. Rosa C. Baez



Publicado el pasado año en el periódico Juventud Rebelde y la Revista Alma Máter, órganos de prensa cubanos dedicados a las huestes juveniles, este artículo de Lázaro mantiene su total vigencia, y aunque fuera difundido por mi en el Boletín Librínsula de la Biblioteca Nacional José Martí, quiero hoy traerlo nuevamente y difundirlo entre ustedes, mis nuevos colaboradores y amigos. Los de siempre, sé que lo recibirán, igualmente, con beneplácito:


Aptdo postal 6186, zona 6, Mcp. Plaza, CP 10 600, La Habana, CUBA "Las ideas son más poderosas que las armas nucleares" / Fidel Castro"Hombre es algo más que ser torpemente vivo: es entender una misión, ennoblecerla y cumplirla" / José Martí

sábado, 17 de mayo de 2008

Oligarcas del campo argentino, esta es nuestra respuesta, firmamos contra ustedes y contra el golpe de estado, viva la democracia

Lanzan un espacio en defensa del "gobierno democrático amenazado"

Personalidades vinculadas a la cultura, la educación, el periodismo, las ciencias, el cine, las artes, la poesía y la literatura, entre otras disciplinas, semanifestarán en un proyecto común para preservar "la libertad de crítica".

Personalidades vinculadas a la cultura, la educación, el periodismo, las ciencias, el cine, las artes, la poesía y la literatura, entre otras disciplinas, presentarán esta tarde un espacio "En defensa de un gobierno democrático popular amenazado, preservando la libertad de crítica".

La librería Gandhi, ubicada en la avenida Corrientes 1743, será a las 14 el escenario del lanzamiento de este espacio que se funda en la preocupación "por el clima político que se ha instalado en la Argentina en las últimas semanas", según señalaron hoy en una Carta Abierta.

La intención de este grupo es "generar un espacio de participación para la discusión y la intervención de y en las políticas públicas, en defensa de un gobierno democrático popular amenazado, preservando la libertad de crítica".

La carta, firmada entre otros por Nicolás Casullo, Ricardo Forster, Jaime Sorín, Eduardo "Tato" Pavlovsky y José Pablo Feinmann, advierte que "un clima destituyente se ha instalado, que ha sido considerado con la categoría de golpismo. No, quizás, en el sentido más clásico del aliento a alguna forma más o menos violenta de interrupción del orden institucional".


La Carta Abierta

Como en otras circunstancias de nuestra crónica contemporánea, hoy asistimos en nuestro país a una dura confrontación entre sectores económicos, políticos e ideológicos históricamente dominantes y un gobierno democrático que intenta determinadas reformas en la distribución de la renta y estrategias de intervención en la economía.

La oposición a las retenciones -comprensible objeto de litigio- dio lugar a alianzas que llegaron a enarbolar la amenaza del hambre para el resto de la sociedad y agitaron cuestionamientos hacia el derecho y el poder político constitucional que tiene el gobierno de Cristina Fernández para efectivizar sus programas de acción, a cuatro meses de ser elegido por la mayoría de la sociedad. Un clima destituyente se ha instalado, que ha sido considerado con la categoría de golpismo. No, quizás, en el sentido más clásico del aliento a alguna forma más o menos violenta de interrupción del orden institucional. Pero no hay duda de que muchos de los argumentos que se oyeron en estas semanas tienen parecidos ostensibles con los que en el pasado justificaron ese tipo de intervenciones, y sobre todo un muy reconocible desprecio por la legitimidad gubernamental.

Esta atmósfera política, que trasciende el «tema del agro», ha movilizado a integrantes de los mundos políticos e intelectuales, preocupados por la suerte de una democracia a la que aquellos sectores buscan limitar y domesticar. La inquietud es compartida por franjas heterogéneas de la sociedad que más allá de acuerdos y desacuerdos con las decisiones del gobierno consideran que, en los últimos años, se volvieron a abrir los canales de lo político.

No ya entendido desde las lógicas de la pura gestión y de saberes tecnocráticos al servicio del mercado, sino como escenario del debate de ideas y de la confrontación entre modelos distintos de país.

Y, fundamentalmente, reabriendo la relación entre política, Estado, democracia y conflicto como núcleo de una sociedad que desea avanzar hacia horizontes de más justicia y mayor equidad. Desde 2003 las políticas gubernamentales incluyeron un debate que involucra a la historia, a la persistencia en nosotros del pasado y sus relaciones con los giros y actitudes del presente. Un debate por las herencias y las biografías económicas, sociales, culturales y militantes que tiene como uno de sus puntos centrales la cuestión de la memoria articulada en la política de derechos humanos y que transita las tensiones y conflictos de la experiencia histórica, indesligable de los modos de posicionarse comprensivamente delante de cada problema que hoy está en juego.

En la actual confrontación alrededor de la política de retenciones jugaron y juegan un papel fundamental los medios masivos de comunicación más concentrados, tanto audiovisuales como gráficos, de altísimos alcances de audiencia, que estructuran diariamente «la realidad» de los hechos, que generan «el sentido» y las interpretaciones y definen «la verdad» sobre actores sociales y políticos desde variables interesadas que exceden la pura búsqueda de impacto y el raiting. Medios que gestan la distorsión de lo que ocurre, difunden el prejuicio y el racismo más silvestre y espontáneo, sin la responsabilidad por explicar, por informar adecuadamente ni por reflexionar con ponderación las mismas circunstancias conflictivas y críticas sobre las que operan.

Esta práctica de auténtica barbarie política diaria, de desinformación y discriminación, consiste en la gestación permanente de mensajes conformadores de una conciencia colectiva reactiva. Privatizan las conciencias con un sentido común ciego, iletrado, impresionista, inmediatista, parcial. Alimentan una opinión pública de perfil antipolítica, desacreditadora de un Estado democráticamente interventor en la lucha de intereses sociales.

La reacción de los grandes medios ante el Observatorio de la discriminación en radio y televisión muestra a las claras un desprecio fundamental por el debate público y la efectiva libertad de información. Se ha visto amenaza totalitaria allí donde la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA llamaba a un trato respetuoso y equilibrado del conflicto social. En este nuevo escenario político resulta imprescindible tomar conciencia no sólo de la preponderancia que adquiere la dimensión comunicacional y periodística en su acción diaria, sino también de la importancia de librar, en sentido plenamente político en su amplitud, una batalla cultural al respecto.

Tomar conciencia de nuestro lugar en esta contienda desde las ciencias, la política, el arte, la información, la literatura, la acción social, los derechos humanos, los problemas de género, oponiendo a los poderes de la dominación la pluralidad de un espacio político intelectual lúcido en sus argumentos democráticos. Se trata de una recuperación de la palabra crítica en todos los planos de las prácticas y en el interior de una escena social dominada por la retórica de los medios de comunicación y la derecha ideológica de mercado.

De la recuperación de una palabra crítica que comprenda la dimensión de los conflictos nacionales y latinoamericanos, que señale las contradicciones centrales que están en juego, pero sobre todo que crea imprescindible volver a articular una relación entre mundos intelectuales y sociales con la realidad política. Es necesario crear nuevos lenguajes, abrir los espacios de actuación y de interpelación indispensables, discutir y participar en la lenta constitución de un nuevo y complejo sujeto político popular, a partir de concretas rupturas con el modelo neoliberal de país. La relación entre la realidad política y el mundo intelectual no ha sido especialmente alentada desde el gobierno nacional y las políticas estatales no han considerado la importancia, complejidad y carácter político que tiene la producción cultural.

En una situación global de creciente autonomía de los actores del proceso de producción de símbolos sociales, ideas e ideologías, se producen abusivas lógicas massmediáticas que redefinen todos los aspectos de la vida social, así como las operaciones de las estéticas de masas reconvirtiendo y sojuzgando los mundos de lo social, de lo político, del arte, de los saberes y conocimientos. Son sociedades cuya complejidad política y cultural exige, en la defensa de posturas, creencias y proyectos democráticos y populares, una decisiva intervención intelectual, comunicacional, informativa y estética en el plano de los imaginarios sociales. Esta problemática es decisiva no sólo en nuestro país, sino en el actual Brasil de Lula, en la Bolivia de Evo Morales, en el Ecuador de Correa, en la Venezuela de Chávez, en el Chile de Bachelet, donde abundan documentos, estudios y evidencias sobre el papel determinante que asume la contienda cultural y comunicativa y las denuncias contra los medios en manos de los grupos de mercado más concentrados.

Es también en esta confrontación, que se extiende al campo de la lucha sobre las narraciones acerca de las historias latinoamericanas, donde hoy se está jugando la suerte futura de varios gobiernos que son jaqueados y deslegitimados por sus no alineamientos económicos con las recetas hegemónicas y por sus «desobediencias» políticas con respecto a lo que propone Estados Unidos. Reconociendo los inesperados giros de las confrontaciones que vienen sucediéndose en esta excepcional edad democrática y popular de América Latina desde comienzos de siglo XXI, vemos entonces la significación que adquiere la reflexión crítica en relación a las vicisitudes entre
Estado, sociedad y mercado globalizado. Uno de los puntos débiles de los gobiernos latinoamericanos, incluido el de Cristina Fernández, es que no asumen la urgente tarea de construir una política a la altura de los desafíos diarios de esta época, que tenga como horizonte lo político emancipatorio. Porque no se trata de proponer un giro de precisión académica a los problemas, sino de una exigencia de pasaje a la política, en un tiempo argentino en el que se vuelven a discutir cuestiones esenciales que atraviesan nuestras prácticas.

Pasaje hacia la política que nos confronta con las dimensiones de la justicia, la igualdad, la democratización social y la producción de nuevas formas simbólicas que sean capaces de expresar las transformaciones de la época. En este sentido es que visualizamos la originalidad de lo que está ocurriendo en América Latina (más allá de las diferencias que existen entre los distintos proyectos nacionales) y los peligros a los que nos enfrentamos, peligros claramente restauracionistas de una lógica neoliberal hegemónica durante los años noventa. Teniendo en cuenta esta escena de nuestra actualidad, nuestro propósito es aportar a una fuerte intervención política –donde el campo intelectual, informativo, científico, artístico y político juega un rol de decisiva importancia– en el sentido de una democratización, profundización y renovación del campo de los grandes debates públicos.

Estratégicamente se trata de sumar formas políticas que ayuden a fecundar una forma más amplia y participativa de debatir. Nos interesa pues encontrar alternativas emancipadoras en los lenguajes, en las formas de organización, en los modos de intervención en lo social desde el Estado y desde el llano, alternativas que puedan confrontar con las apetencias de los poderes conservadores y reactivos que resisten todo cambio real.

Pero también que pueda discutir y proponer opciones conducentes con respecto a los no siempre felices modos de construcción política del propio gobierno democrático: a las ausencias de mediaciones imprescindibles, a las soledades enunciativas, a las políticas definidas sin la conveniente y necesaria participación de los ciudadanos. Una nueva época democrática, nacional y popular es una realidad de conflictos cotidianos, y precisa desplegar las voces en un vasto campo de lucha, confiar, alentar e interactuar. En este sentido, sentimos que las carencias que muchas veces muestra el gobierno para enfocar y comprender los vínculos, indispensables, con campos sociales que no se componen exclusivamente por aquellos sectores a los que está acostumbrado a interpelar, no posibilitan generar una dinámica de encuentro y diálogo recreador de lo democrático-popular.

Creemos indispensable señalar los límites y retrasos del gobierno en aplicar políticas redistributivas de clara reforma social. Pero al mismo tiempo reconocemos y destacamos su indiscutible responsabilidad y firmeza al instalar tales cuestiones redistributivas como núcleo de los debates y de la acción política desde el poder real que ejerce y conduce al país (no desde la mera teoría), situando tal tema como centro neurálgico del conflicto contra sectores concentrados del poder económico. Todo lo expresado y resumido da pie a la necesidad de creación de un espacio politico plural de debate que nos reúna y nos permita actuar colectivamente. Experiencia que se instituye como espacio de intercambio de ideas, tareas y proyectos, que aspira a formas concretas de encuentro, de reflexión, organización y acción democrática con el gobierno y con organizaciones populares para trabajar mancomunadamente, sin perder como espacio autonomía ni identidad propia.

Un espacio signado por la urgencia de la coyuntura, la vocación por la política y la perseverante pregunta por los modos contemporáneos de la emancipación.

FIRMAS: Mónica Abella Gustavo AbrevayaNilda Actis GorettaLeonor AcuñaSergio Leandro AgoffNelson AgostiniHoracio Mario AguilarSILVIA AgulleiroNorberto AlayónAndrés AldaoCarlos J. AldazábalJulio AlemánJorge AlemánFernando AlfónJorge AliagaDavid AljanatiHéctor Jorge AlvaroAna AmadoAna AmorosiniFederico AndahaziLeandro AndriniEduardo AnguitaNora AquínJavier AraujoAlejandro ArchainGloria ArcuschinRicardo AriasNicolás ArispeDiego BaccarelliMaría BagnatAlejandro BalazoteMaría Eugenia Ball LimaCarlos BarbaritoDomingo Andres BarradoRicardo BartísCristina BartolucciAlcira BasRoberto BaschettiDomingo BasileVicente BattistaHoracio Walter BauerTristán BauerMaría Cristina BazerqueMartín BecerraCristina BéjarMarta BellardiRodolfo J. BeltraminiLuis BenítezSilvia BerajáAna BerezinAdolfo BergerotOlga BeriachettoCarlos BermanJorge BernettiEmilio BerniniMarta BertolinoMarcelo BertuccioGraciela BiaginiAugusto BiancoGabriel M. BilmesHugo BiondiFernando BirriRafael BlancoDavid BlausteinJorge BoccaneraVilma BonettoJorge BoothEnrique BorcelGabriela BorgnaRuben BorreMaría Victoria BourdieuCarlos BoyleRodolfo BraceliAndrea BragasNora BritosMatías BrueraMario BurgosMario BurkunRoberto O. BustosElena CabrejasCecilia CalandriaSergio CalettiRubén M. CalmelsPilar CalveiroEdith CámporaMaría Elia CapellaDarío CapelliJulio CarabelliPablo Esteban CarabelliDiego CaramésAlfredo Juan Manuel CarballedaTeresa CarettiJoaquín Caretti RíosJorge CarpioRicardo CarrenaCarlos CarriqueAna CastañoCristina CastelloLeopoldo "Teuco" CastillaMariana CasulloNicolás CasulloGisela CatanzaroAna CauerhffAníbal CedrónSusana CellaMatías CerezoElda CerratoSusana ChecaSIlvia ChejterAlejandro CherepMagdalena ChiaraMaría Cristina ChillidaLeandro ChulakNoemí CiollaroGerardo CodinaJavier CófrecesPatricio ContrerasIvonne Copetti Roberto Tito CossaRicardo CostaAmérico CristófaloDiana CrucesFernando CukiermanCristina CuruchelarClaudia DagostinoRodrigo DaskalEmiliano De Bin Hugo De CristóforisCarlos De FeoCarlos De LorenzoDiego De MenechMaría De PauliOscar A. De SanctisSergio Del PieroVicente Di CioneOscar DíazGabriel D’IorioJorge DobalCristina DomenechNora DominguezJorge DubattiVictor DucrotSonia E DurandCarlos ErolesMarcelo Adrián EschoyezXimena Espeche Patricia EsperDaniel EzcurraAdrian FaigonAna M. FalcònMatías FariasCristina FeijóoJosé Pablo FeinmannHugo Arturo FeraudJulio FernándezZulema FernándezPablo FernándezJulio FernándezGerardo FernándezJulio Fernández BaraibarIsabel Fernandez BlancoMaximiliano Fernández De LorenzoJavier Fernández MíguezClaudio FerrariLeón FerrariLilia FerreyraCorina FiorilloCecilia FlachslandJorge FloresMarita FoixJorge FontanalsJuan FornAlejandro ForsterRicardo ForsterEduardo FoulkesCristina FraireDaniel FreidembergMarcelo FríasMarcelo "Nono" FrondiziLaura Fumagalli Patricia FunesJuan FurlinoJorge GaggeroOscar GalanteNorberto GalassoLily GaleanoLuisa Irma GalliSusana GambaEduardo GaravagliaSoledad GarcíaSusana García IglesiasLiliana García NudelmanSoledad García QuirogaGilou García ReinosoMariano Juan GarretaMaría Laura GarridoEduardo GarrigaLuis GasloliMiguel GayaMarisa GermainOctavio Gettino Luz GibertCarlos GirottiEduardo GiuriaJosé GlusmanNorma GoicoecheaMartha GoldinJorge M. GoldszmidtFlorencia GómezNorma Gómez TomasiAna I. GonzálezCarmen GonzálezCarmen Sara GonzálezJonio GonzálezLeopoldo GonzálezHéctor GonzálezHoracio GonzálezAna GonzálezEladio González Mario José GrabivkerGraciela GrahamMaría Inés GrimoldiEzequiel GrimsonClaudio Guevara Jorge GugliottaGraciela GuilisLeonardo GutmanRodolfo HamawiOlga HammarLiliana HeerLiliana HerreroCecilia HopenBenjamín HopenhaynGabriel HuarteSantiago HynesLido IacominiGabriel ImpaglioneCecilia IncarnatoMaria IribarneSilvina IrrasabalJorge IsaiasInés IzaguirreEduardo JozamiNemesio JuarezTamara KamentzainAlejandro KaufmanNorma KiselSergio KisielewskyMora KleimanMaggie de KoenigsbergAlejandra KohonLuis KonGuillermo KornLaura I LacreuAlicia LamasHéctor LaurencenaAndrés LazzariniMaría LedesmaMaría Rosa LeónMatías LeoniEugenia Levin Héctor LevyRoberto LeydetMaría Pia LópezAna Inés López AccottoAlejandro López AccottoRoberto Pedro LoprestiFederico LorenzFélix LorenzoMartina LorenzuttiDamian LoretiLiliana LukinJorge Ariel MadrazoAriel MagirenaCarlos MaidaMabel MaidanaBrenda MaierFortunato MallimaciAlejandro ManriqueInés Manzano Diana MargulisElisa MarinoGuillermo MartínezRomina MateosLiliana N. MayoralRoberto Mazzuca María Cristina MelanoAndrés MéndezCarolina MeraTeresa MeredizRolando MermetMarina MoguillanskyDaniel MojicaOscar M. MolekEmilce Moler Eduardo Molina y VediaEduardo MolinariHéctor MolinariMaximiliano A MolocznikLaura MombelloFederico MonczorPatricia MonsalveAlejandro MontalbánEduardo MontebelloÁngela Montero NeiraJorge E. MoreiraAlfredo MorenoOscar MorenoLiliana MorsellaMariana MoyanoEduardo MüllerMicaela MuñozMariana Muraca Daniel MuxicaAlicia S. MuzioRicardo NachtAlberto NadraAlejandra NaftalJack NahmíasEduardo NarvaezAurelio NarvajaRicardo NatchEsteban NicotraJavier NobileAldo Luis NovelliJosé A. OlabeSilvia OntiveroWalter OpertoJulio OrdanoCeleste OrozcoNorma OsnajanskiMagalí Rud OtheguyMaría OtheguySantiago Carlos OvesSalomón Paio MelulDiana PaladinoAriel PaladinoJosé María PallaoroDelia PardoAlberto ParisíSalo PasikDelia PasiniLila PastorizaCarlos PatiñoNora PatrichLicha PaulucciEduardo "Tato" PavlovskyJuan Carlos PavoniManuel Enrique PedreiraEduardo PedutoJuan PelittiViviana F. PelleClaudio PenaAna Paula PenchaszadehVíctor PenchaszadehFederico PensadoSara Isabel PérezCristina Perez DarribaCarlos Pérez Rasetti Irene Rosa PerpiñalIvanna PetzMaría Lidia PiottiSantiago Coco PlazaHéctor PoggieseJuan PolacoLeón PomerLiliana PonceDaniel PonzoNicolás PregiCecilia PropatoSergio A. PujolAída Quintar Pablo QuinteroLorenzo QuinterosJuan Carlos RadovichLiliana RaggioElena RaimondiAna María RambPablo RamosRogelio Ramos SignesHéctor F. Ranea SandovalGabriel RechesMaría Elena RedínGraciela E. RendonMiguel RepJorge Miguel ReyesEduardo RinesiMaria del Carmen RivasAdriana RoblesJulia RochaJavier RodriguezAlejandro RofmanMario M. 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América Latina explotada, saqueada, robada, esclavizada, torturada, despreciada, expoliada durante trescientos años. Hoy es la hora de su liberación.



AMÉRICA LATINA EN LA HORA DE SU LIBERACIÓN
TRIBUNAL DIGNIDAD, SOBERANIA Y PAZ CONTRA LA GUERRA

Sábado 10 de mayo de 2008 por CEPRID
10 - V - 2008 CEPRID


Por demasiado tiempo, nuestra América Latina ha estado subordinada a los dictados imperiales. Primero fue la España imperial la que conquistó y colonizó esta parte del mundo y la que impuso las reglas económicas, políticas, culturales, religiosas por más de tres siglos.

Fueron 300 años de explotación colonial, de trabajo semiesclavo, de atraco sistemático a los recursos naturales y humanos y 300 años de genocidio generosamente practicado entre las etnias indígenas. También fueron 300 años de heroica resistencia indo-mestiza y 15 años de guerras de independencia.

Luego, cuando ni siquiera acababa de independizarse de España pasó a ser neocolonizada por EEUU, pero en nombre de la libertad, la democracia y los derechos humanos. 200 años de neocolonización, despojo y depredación ha sufrido nuestra América Latina por parte de EEUU y han sido 200 años de injerencias, invasiones militares, guerras injustas, matanzas sistemáticas, imposición de gobiernos “democráticos” y de crueles y sanguinarias dictaduras con trágicas secuelas de millares de ejecuciones extrajudiciales, millares de personas condenadas a desapariciones forzosas, millares de personas injustamente encarceladas, torturadas, masacradas, violadas, secuestradas, todas en nombre de la libertad y de las democracias.

No existe país o territorio latinoamericano que no haya sufrido invasión militar yanqui y ocupación militar-civil por intermedio de piratas, aventureros, banqueros, industriales, prestamistas usureros que después fueron Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial o Banco Interamericano de Desarrollo.

Petroleras como la Standard Oil o Exxon o Texaco-Chevron han succionado los hidrocarburos y organizado guerras binacionales en tanto que empresas como la United Fruit han derrocado gobiernos, matado campesinos, robado tierras.

Desde 1949, la Agencia Central de Inteligencia, la todopoderosa y tétrica CIA ha sido el brazo clandestino del imperio para sembrar el terror, la muerte, la violencia, el sabotaje, la tortura, la desaparición de personas, el asesinato, el magnicidio. Todos los crímenes, sin que falte uno solo, han sido propiciados o cometidos directamente por la CIA que es la partera del gorilismo fascista que asoló a nuestra América Latina.

Han sido 200 años de atraco a la biodiversidad, al petróleo, lo mismo que al oro, plata, zinc, cobre, níquel y, también, se llevaron nuestras frutas, semillas, materias primas y los mejores cerebros humanos. Nada ha escapado de la gula y avaricia estadounidense. Pero todo llega a su fin.
Estos son los tiempos de la liberación de nuestras patrias. Estos son los tiempos en los que América Latina debe trabajar unida y junta para liberarse de sus opresores que impusieron el neoliberalismo para privatizar la riqueza y socializar la pobreza.

Hoy, nuestras patrias deben integrarse por decisión de sus pueblos para, unidas, luchar en la solución de los problemas económicos, sociales, políticos y culturales porque los problemas que agobian a nuestros países son iguales para todos, porque tras de ellos está el imperio y el poder oligárquico criollo.

La unión de América Latina es una imperiosa necesidad que se fundamenta en la historia, en la geografía, en la cultura, en las tradiciones, en el idioma.
La integración del Mercosur, de la Comunidad Andina de Naciones, del CARICOM, de América Central debe consolidarse sobre la ejecución y ampliación de diferentes proyectos: Banco del Sur, ALBA, integración energética, construcción de gasoductos y oleoductos, construcción de centrales hidroeléctricas y de vías de comunicación, construcción de centros de salud regionales y de unidades educacionales ampliando la cobertura de la educación superior con elevados niveles de eficiencia, calidad académica, científica y técnica, para garantizar a nuestros pueblos el derecho al desarrollo sobre la base de la tenencia de profesionales comprometidos con los grupos humanos mayoritarios y desde siempre preteridos de los beneficios del progreso y de la inclusión económica y social.

Recuperación de las utopías

El nuevo siglo comienza a caracterizarse por la recuperación de las utopías, de la capacidad de soñar y pensar en una nueva Latinoamérica, como queriendo demostrar al mundo que otro mundo si es posible. Existen procesos transformadores y cambios socio-políticos sustanciales.


Las derechas neoliberales están en retirada y los pueblos insurgen con vigor y fuerza para conformar gobiernos democráticos y progresistas en Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Guatemala.

La Revolución cubana se consolida y se transforma para ahondar la construcción del socialismo y a lo largo y ancho de América Latina los procesos de cambio aparecen irreversibles.
La transformación necesaria comienza con la real integración económica, social y política. Esa integración, como es natural, encuentra poderosos opositores en las oligarquías nacionales y sus agrupaciones políticas de las derechas cavernarias, retardatarias y reaccionarias que forman grupos autonomistas o separatistas generalmente violentos y antipatria, grupos que, además, son aliados del imperio depredador y agentes a sueldo u oficiosos de la CIA.

Tampoco a las multinacionales o transnacionales monopólicas, con capitales imperiales, les agrada la integración de América Latina, pues no están dispuestas a permitir que cada país administre y explote soberanamente sus recursos naturales o lo que sobra de ellos después de tanto despojo practicado por el imperio

Unión e integración son posibles y deseables y se acelerarán en la medida en que cada pueblo, en que cada ciudadano decida participar e impulsar los procesos y en calidad de mandantes presionen a sus mandatarios para que más allá de ideologías subordinadas al imperio, más allá de intereses de grupo y clase, procedan en consecuencia histórica y construyan la Patria Grande, tal como la soñaron nuestros libertadores.

Naturalmente que la integración tropezará con muchos escollos e innúmeras barreras. Existen muros aparentemente insalvables: problemas fronterizos, conflictos binacionales, intereses económicos de sectores divisionistas y egoístas, concepciones ideológicas y doctrinarias distintas entre gobiernos de pueblos iguales, carreras armamentistas, desarrollo desigual, servilismo gubernamental a las clases dominantes y servilismo de éstas y sus gobiernos al imperio, falsos liderazgos. Los divisionismos y separaciones son creados y por tanto son irreales y carecen de valor frente a lo que une a estos pueblos.

La Unión Latinoamericana será vital para enfrentar la globalización deshumanizada y meramente capitalista y es una necesidad inaplazable para enfrentar los graves problemas que amenazan a la región: comercio desigual, crecimiento desigual, subdesarrollo consuetudinario con sus consecuencias que se concretan en la pobreza, el analfabetismo, la insalubridad, la carencia de infraestructura y en las lacras sociales que crecen en la indigencia, la delincuencia cada vez más violenta e inhumana, la prostitución, la trata de blancas, el trafico de personas, la neoservidumbre y neoesclavitud y para, al fin, detener las olas migratorias que tantos problemas y tan dolorosas y trágicas secuelas dejan para los pueblos y las familias golpeadas y excluidas por el sistema depredador, injusto, expoliador.

La Unión Latinoamericana posibilitará que la lucha contra la pobreza alcance éxitos, que las grandes desigualdades sociales impuestas por el neoliberalismo o “capitalismo salvaje” se reduzcan al máximo o desaparezcan, que la justa redistribución de la riqueza comience a ser una realidad tangible para todos y todas.

Más allá de los gobiernos que son transeúntes está la presencia de los pueblos que son permanentes. Juntos son los que forjan los días de la historia positiva, pero los gobiernos con el poder que les ha sido entregado deberían preocuparse, fundamentalmente, por servir a sus ciudadanos y dar respuestas efectivas a sus necesidades vitales, previa comprensión que la familia de escasos y limitados recursos ha sido la mayormente golpeada por las políticas neoliberales diseñadas para enriquecer a los ricos y empobrecer hasta la indigencia a los pobres, políticas económicas que, en nuestra América Latina, sirvieron para apuntalar privilegios de clase, consolidar fortunas de los sectores dominantes que constituyen el 18% más rico de cada país.

Nuestra América indomestiza ha sido avasallada durante cinco siglos de infamias e ignominias. El imperio español, en los períodos de conquista y colonización, cometió un monstruoso e imperdonable genocidio en los pueblos aborígenes.

A los sobrevivientes les condenó a trabajos serviles y esclavos en las mitas, obrajes y encomiendas. Les arrebató su idioma, su cultura y hasta sus dioses fueron reemplazados por el Dios de los blancos.

Luego vino el saqueo de todo lo existente y en las gulas por el oro, la plata y las piedras preciosas cometieron imperdonables crímenes de lesa humanidad, en nombre del Rey y de la Santa Madre Iglesia Católica. Masacrar, saquear, humillar, ofender, embrutecer, alcoholizar, esclavizar, violar doncellas y mujeres, condenar al indígena al hambre, desnutrición y enfermedades europeas, se convirtió en negocio y entretenimiento de los conquistadores.

Las tierras les robaron y expulsaron a sus legítimos dueños a vivir en páramos inhóspitos, en filos de quebradas y en selvas insalubres.

Les “acristianaron” y les vendieron a la religión católica para servirla en calidad de esclavos y eternos deudores de fiestas a todos los santos y todas las santas. Pagaron diezmos y primicias a curas, monjas, obispos, cardenales y papas que les negaron el alma y pagaron por nacer, por enfermar, por casar, y por morir pagaban determinadas tarifas para ir al cielo, si la plata no alcanzaba iban al purgatorio y si nada tenían iban derecho al infierno y los condenados eran por cientos y por millares.

Los condenados de la tierra, diría Fanon, no tenían ningún derecho, sólo deberes y obligaciones para con el blanco, para con el mestizo. Los señores de la tierra reducidos a esclavos impertinentes.

Pero vinieron los tiempos de la rebelión, de la ira y la esperanza. Por algunos lados de esta América india y mestiza afloraba la idea libertaria y comenzaron las luchas por la independencia.

En esas guerras perdieron la vida miles y miles de latinoamericanos, porque la muerte siempre se enseñorea con los más débiles, con los más valientes y con los héroes.

América Latina se vistió de sangre y de heroísmo y marchó con Bolívar y San Martín, con Sucre y O´Higins, con Artigas y Morelos, con Hidalgo y Petión, con Espejo y Nariño. Todos a una dijeron basta al imperio español y Bolívar veía una América Latina unida y grande en Carabobo y Ayacucho, en Boyacá y Pichincha.

Las oligarquías parasitarias

La independencia fue conquistada pero quedó en deuda con los indios y con los pobres mestizos. La libertad soñada nunca llegó a los pueblos, pues se quedó en las alturas de las ambiciones de los “libertadores” que, con extraño gusto por el arribismo, comenzaron a formar familias con las hijas casaderas de los españoles derrotados, pero enriquecidos con el trabajo ajeno de indios y mestizos, de negros y mulatos. Así comenzaron a nacer y crecer las oligarquías y las aristocracias que, por herencia genética, se convirtieron en seres parasitarios de las sociedades “libres e independientes”.

Terminado el dominio del imperio español comenzó a arraigarse el imperio inglés que con hombres, vituallas, armas y préstamos en libras esterlinas contribuyó a liberarse de de la competencia española. La deuda inglesa o deuda de la independencia agobió por décadas a las economías de las “naciones independizadas”.

Fue la primera deuda externa-eterna y los ingleses la cobraron con atraco de por medio practicado por corsarios, piratas, hombres de negocios, comerciantes, empresarios.

El saqueo inglés fue reemplazado prontamente por mercenarios, sicarios, empresarios, aventureros, filibusteros anglosajones asentados en EEUU convertido en la génesis del actual imperio.

EEUU se formó sobre la base del despojo de territorios indios, sobre el genocidio ejecutado inmisericordemente sobre las tribus que poblaron el norte del Continente Americano.
Desde sus inicios fue gobernado por la “clase superior” anglosajona que se creyó predestinada por la divina providencia para apropiarse de vastos territorios y gobernar a pueblos inferiores. Despojó a México de la mitad de su territorio, robó a España la península de La Florida, compró a Rusia el extenso territorio de Alaska y se inventó el destino manifiesto para dominar a los pueblos que habitaron América Latina desde el río Bravo del Norte hasta la Tierra del Fuego en el Cono Sur del Continente.

EEUU saboteó el Congreso Anfictiónico de Panamá convocado por el Libertador Simón Bolívar y el presidente estadounidense Monroe, tempranamente, se inventó la doctrina: “América para los americanos” y de esta manera comenzó a convalidar el atraco y el despojo hasta convertir al mar Caribe en su lago particular y a nuestra América Latina en su patio trasero.

EEUU hubiera fracasado en sus intentos de dominación si no contaba con el comportamiento traidor y vende patria de las oligarquías, de las clases dominantes, de los militares ambiciosos convertidos en gorilas y en fascistas, de curas, monjas, obispos y cardenales que pusieron a la Iglesia Católica al servicio de las clases dominantes y, consecuentemente, de los intereses estadounidenses. El saqueo de nuestras patrias facilitó el crecimiento económico de EEUUy posibilitó su transformación en imperio.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano diría que nuestra pobreza es la riqueza de EEUU y que nuestra debilidad es la fuerza y el poder de EEUU.
EEUU se convirtió en poderoso imperio y esa fue una de las causas de la tragedia de América Latina. Dominada con el dólar, con las armas, con el atraco sistemático, con invasiones militares y guerras desiguales, América Latina se entregó al yugo estadounidense.

La Casa Blanca comenzó a ordenar a nuestras patrias. Impuso gobiernos burgueses y títeres, por todas partes encontró lacayos adoradores del dólar, militares gorilescos convertidos en mercenarios, ejércitos nacionales convertidos en ejércitos de ocupación, oligarquías que encontraron en el billete de dólar a su preciada y sagrada bandera.

Los barcos de guerra de Estados Unidos se convirtieron en fuerzas militares de rotunda injerencia en nuestras patrias e invadieron a México, ocuparon Nicaragua, se apoderaron de Guatemala, usurparon Cuba, se adueñaron de Haití y de Dominicana, de Granada y El Salvador. Honduras se convirtió en inmenso portaviones y la CIA en tutora de torturadores, dictadores sanguinarios, matadora y asesina de lideres populares, de millares de hombres y mujeres que lucharon por la liberación de su patrias y mataron a presidentes de repúblicas, sabotearon aviones en pleno vuelo, cometieron todo tipo de actos terroristas, formaron transnacionales del crimen como la “Operación Cóndor” y armaron y equiparon a asesinos de sus propios pueblos.
La CIA se convirtió en brazo clandestino y criminal del imperio para proteger a las empresas, compañías y transnacionales del imperio que se llevaron el petróleo, las frutas, los peces, las maderas, las materias primas, los minerales y ahora quieren llevarse el agua, el aire, la biodiversidad.
La CIA se volvió experta en planificar y ejecutar golpes de Estado para deshacerse de gobiernos peligrosos para los intereses del imperio y se volvió experta en genocidios y toda clase de ncrímenes de lesa humanidad.

EEUU es el creador y sostén de los partidos políticos de las oligarquías y de las derechas más recalcitrantes del Continente. Conservadores, liberales, social demócratas y demócrata cristianos, movimientos y organizaciones fascistoides son creados a imagen y semejanza de Estados Unidos en su fase imperial y EEUU les mantiene, les asesora, les financia, les subvenciona. Esta es la tragedia de nuestra América Latina.
Y esa misma tragedia es la que obliga a tomar conciencia de la situación y a rebelarse contra esa realidad de tantas miserias.

Ha llegado la hora de nuevas luchas y de combates definitivos para alcanzar la verdadera independencia porque hay que saber con certeza que el imperio yanqui no es eterno ni invencible. Esta es la hora de los pueblos.

Centro de Estudios Políticos para las Relaciones Internacionales y el Desarollo
(www.nodo50.org/ceprid)

Irak muertos cuatro mil setenta y siete soldados norteamericanos Bagdad, el precio sangriento de la invasión

Muertos en Iraq cuatro mil 77 los soldados estadounidenses Bagdad, 14 may (PL)

Un soldado estadounidense murió por una explosión en el noreste de Bagdad, con lo cualsuman hoy cuatro mil 77 los militares de Washington muertos en este país árabe en los cinco años de guerra.

Según un escueto comunicado del mando militar norteamericano, la baja letal ocurrió la víspera cuando una bomba estalló al paso de una patrulla.

El nombre y otros datos del occisos serán informados, luego de que la Secretaría de Defensa notifique la pérdida a los familiares, añadió el texto.

La mayoría de las bajas letales estadounidenses se corresponden con un incremento en la intensidad de las trampas explosivas, generalmente implantadas por la resistencia en zonas de tránsito enemigo.

Además de esas operaciones de minado, también están los ataques insurgentes con morteros, lanzacohetes del tipo RPG y fusiles de asalto que a diario ocurren en las regiones de norte y centro iraquíes.

Alfabetización en Rosario Santa Fé Argentina Programa Nacional de Alfabetización y Educación Básica

MIERCOLES 14: INAUGURACION CENTRO DE ALFABETIZACION Y SOPRENDENTES DATOS EN ROSARIO

El miércoles 14 a las 14 hs. el Programa Nacional de Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos "Encuentro" inaugurará en Rosario un nuevo Centro de Alfabetización en Génova y Campbell (barrio Empalme Graneros).

El mismo es fruto del relevamiento que numerosos voluntarios vienen realizando en los barrios más castigados de Rosario, que reveló hasta ahora un impensado 32% de personas con graves problemas de lectoescritura, en su gran mayoría mujeres.

En lo que va del año 2008 el Programa Encuentro, dependiente del Gobierno Nacional, ha realizado relevamientos a más de 600 personas entre otros en los barrios Villa Flamarión (44%),Tío Rolo (28%), Barrio Municipal (32%), Empalme Graneros (28%), Molino Blanco (35%), Vicente López (34%), San Martín Sur (31%), algunos de los cuales aún están en proceso, y hay agendados para la próxima semana Los Robles, Tablada y Villa Corrientes (La Lata).

Patricia Fleitas, coordinadora del programa contó que “Nuestro equipo está formado por 30 personas más los voluntarios que son muchos más.

En base al listado de barrios que cuentan con el mayor potencial de analfabetismo, concurrimos a cada lugar, relevamos a las personas analfabetas y luego abrimos diversos centros de alfabetización (en casas de familias, clubes, instituticones y centros comunitarios) donde los interesados concurren para recibir la instrucción que necesitan”.

Respecto a los resultados, Patricia Fleitas resaltó que “Entre las personas analfabetas identificadas, hay mayoría de mujeres. Se trata de madres de familia que no pudieron estudiar cuando eran chicas y ahora decidieron volver a empezar.

Lo más sorprendente y gratificante al mismo tiempo, es el entusiasmo y las ganas con que cada una emprende el aprendizaje”.

Los alfabetizadores también invitan a participar como voluntarios a quienes se sientan capaces de tenderle una mano a los más necesitados para aprender juntos. Para esto planean lanzar la semana próxima la campaña "Muchas manos para terminar con el analfabetismo".

RESULTADOS DE LOS RELEVAMIENTOS HASTA EL MOMENTO

BARRIO RELEVADOS CON PROBLEMAS %
Villa Flamarion 57 25 44Tio Rolo 156 43 28Municipal 75 24 32Empalme Graneros 120 34 28Molino Blanco 85 30 35Vicente Lopez 53 18 34San Martin Sur 90 28 31
TOTAL 636 202 32

Martes 13 de Mayo de 2008. Rosario.